Siempre fui una idealista, una mujer de mente inquieta y alma profunda, haciéndome preguntas que no siempre tenían respuestas fáciles. Hoy tengo 52 años, soy mamá de cuatro y comparto la vida con el mismo compañero desde hace 20. Y créeme, sostener un vínculo así no es un detalle menor —sobre todo después de atravesar varias crisis personales, siendo la de los 40 la más movilizadora de todas.

Durante muchos años fui la mujer “correcta”: aplicada, obediente, sin grandes rebeldías… ni siquiera en la adolescencia. Pero un día, esa forma de vivir dejó de alcanzarme. Y entonces, empecé a escucharme de verdad.

Fui a la universidad, me recibí de nutricionista a los 26… y ahí empezó mi primera gran crisis. Me sentía poco preparada, con muchas dudas y buscando respuestas en cada curso, postgrado o maestría que encontraba. Cambié de trabajos, de ciudades, de enfoques… siempre creyendo que me faltaba algo más.

En medio de esa búsqueda conocí a mi “príncipe azul” —no el de los cuentos, uno real, imperfecto, de los de ahora—. Y después, claro… llegaron los hijos.

Llegó María Victoria una reina ella.  Madre primeriza, a los 32 años, idealista de la maternidad pero ninguna idea de la maternidad “real” en fin… Imaginen lo que le tocó a María Victoria

Llega María Clara una pícara amante de los animales. Madre concentrada en encontrar un trabajo que le permita independizarse y autorrealizarse  y, ¡pobre María Clara! Mas en casa de la abuela que en la propia.

Vino María Emilia con una personalidad arrolladora. Madre con unos problemas existenciales divinos. Esposo ya empezaba a ponerse nervioso porque ¿quién iba perpetuar el apellido? 

Y llegó, si, si llegó Juan Diego, por suerte le gusta el futbol. A los 10 días del nacimiento de Juan cumplí 40 años.Y para compensar , el conflicto interno y la baja autoestima , inicié una Maestría en Nutrigenómica

¿Cómo te ves cumpliendo 40, con tu única cesárea, puerperio, dolorida, desalineada, ojerosa, llorona, deprimida y con 40 años?

Te preguntarás cómo fue que salí de ahí ….

Busqué AYUDA , y la vida me encontró con BEA (mi mentora) quien me brindó todas las herramientas para que, focalizada en mi mundo interior, emprendiera mi proceso de CAMBIO.

Me inscribí en la carrera de coaching ontológico, y neuropsicoeducación y si….. también terminé mi maestría en nutrigenómica.

Aquí estoy hoy, con la ilusión de compartir contigo todo lo que fui aprendiendo.

Hoy sigo en continuo cambio.…. pero mas tolerante conmigo misma, mejorando en mi rol de madre, a mi ritmo, sin compararme y …( aunque mis hijos mucho no lo notan ) siento que he ido aceptandome, sin juzgarme duramente.
He CAMBIADO mi enfoque respecto de la Nutrición y Alimentación, la vida, el concepto de salud y del hombre

Me encanta transmitirlo con un poco de ciencia y un poco de experiencia de Vida